Tras la salida de Papanikolaou se confió en el crecimiento de Hezonja para acompañar a DeShaun Thomas en el puesto de alero. Tras un inicio en el que no parecían haber cambiado mucho las cosas las lesiones de Navarro, Oleson y Abrines le abrieron las puertas del equipo y el joven lo aprovechó. Incluso tras el regreso de los lesionados parecía que Xavi Pascual seguiría contando con el 8 culé, pero las cosas han cambiado y tras la cita copera sus minutos y su rendimiento han descendido muchísimo. ¿Por qué?
Difícil responder a esta cuestión porque no manejo la información interna del vestuario para juzgar lo que pueda suceder, pero sí hay cosas que podemos deducir de su comportamiento en pista. Es un adelantado a su generación, y como tal parece que se comporta en el primer equipo, un pecado ciertamente lógico. Ofensivamente asume responsabilidades sin temor pero en ocasiones se sobreexcita, y eso se traduce en tiros precipitados y ansiedad a la hora de anotar. En defensa tiene muchísimo por mejorar, aunque la mayoría de sus deficiencias tienen que ver con falta de concentración. Yo no diría de esfuerzo, pero es evidente que es una parcela donde tiene que mejorar porque en este sentido perjudica mucho a su equipo, que ya anda justo en este aspecto, por cierto.
Todas las críticas, sin embargo, se las está llevando Xavi Pascual. Que no le da confianza, que es muy severo con él cada vez que falla, que no es un buen formador de jóvenes. Tienen parte de razón, pero no se puede caer en la demagogia. El Barcelona es un equipo cuya exigencia es competir cada título y ganar. Ganar, ganar y volver a ganar, que diría aquel. Esta es la realidad y no otra, así que Xavi Pascual cree que la mejor forma de llegar a la victoria es con su grupo de confianza y apostando por los jugadores que ahora mismo son más competitivos.
Es una obviedad que está priorizando el presente más inmediato en lugar del crecimiento y formación del jugador, pero es que insisto, a él le pagan por ganar,no por formar jugadores que además tienen fecha de caducidad en el club. Suena crudo decirlo así, pero es él quien recibe los palos cada vez que el Barça pierde un encuentro. Cuando hace un par de temporadas se habló de año de transición para que jóvenes como Abrines, Todorovic o el propio Hezonja creciaran a costa de probablemente perder competitividad muchos culés nos llevamos las manos a la cabeza. ¿Por qué? Pues porque es inconcebible que un equipo como el Barcelona piense en otra cosa que no sea ganar.
No caigamos en ese ejercicio de demagogia que es comparar la labor de Luis Casimiro, Aito o Salva Maldonado en sus equipos con la de Pascual en el Palau porque la exigencia es muy distinta. Claro que Hezonja jugaría más minutos con ellos y gozaría de más confianza, pero es que es una comparación falaz. Tampoco se nos ocurra pensar que el hecho de que ojeadores NBA presencien sus partidos obliga a Pascual a darle más minutos de los que según él merece.
Y ya concluyendo. Hezonja es un jugador del Barcelona y no el Barcelona un medio para el jugador. Xavi Pascual estoy seguro de que hace lo que cree más conveniente para sacar lo mejor del equipo, pues al fin y al cabo es el que más se juega de todos. Tiene que haber un punto medio entre que tenga un protagonismo que todavía no merece y la situación actual. Creo que estaba encaminado a ese punto, pero tiene que haber algo en su actitud que no convence a Xavi Pascual, y las últimas declaraciones del croata afirmando que debería ser el número 1 del draft creo que dan alguna pista de por dónde van los tiros. Espero que ambas partes empiecen a entenderse porque se necesitan mutuamente. Para el Barça el plus del talento croata sería impresionante para afrontar la recta final de temporada y para Hezonja competir al más alto nivel en Europa antes de dar el salto a la NBA sería muy benefioso para su carrera.
No hay comentarios:
Publicar un comentario